Mi historia
Se rompió la relación. Yo solo podía mirarme al espejo y preguntarme: y ahora, ¿Quién soy yo? No tenía ni idea de cómo había podido llegar a perderme tanto de mí. Fue doloroso, devastador y angustiante. Un duelo abre otros duelos, y si por primera vez en mi vida gracias a estar en un proceso terapéutico pude sentir ese dolor, esa herida de abandono. Que era tan antigua como yo. Él no me había abandonado, lo había hecho yo, quedándome donde no recibía lo que realmente yo quería. Siendo amable conmigo, realmente todavía no sabía lo que bien merecía e incluso pensaba que si yo aguantaba la relación cambiaba. En nombre del amor todo vale, esa mentira me creía… Y eso más que amor es abuso de poder en cubierto. Años de aguantar, de callar y a veces también chillar. Y no permitirme llorar.
Bendito punto de inflexión esto me llevó a escuchar mi fuerza y decidí irme a vivir a Mallorca, ahí era lo que me pedía mi corazón. Y sabéis que? a pesar de estar transitando lo más duro que había vivido en mi vida, o bueno la primera vez que estaba preparada para escucharlo, porque esa soledad Montse ya se la conocía, fue la época más feliz de mi vida. Me di cuenta que la felicidad no se trata de estar siempre contenta, si no de estar en paz. Y el estar en coherencia con lo que pensaba, sentía y hacía aún con dolor fue paz, fue amor, fue crecimiento y reconciliación.
Ahora acompaño a mujeres que se relacionan desde la codependencia a recuperar la libertad en sus vidas.
Hoy entrego y pongo al servicio todo aquello que a mi me han enseñado y me ha ayudado a que a día de hoy viva en coherencia con quien soy y me responsabilizo de mi vida.